![Los días de la paz Los días de la paz](https://josepdegaia.es/wp-content/uploads/2023/03/peakpx-1-1200x675.jpg)
Cuando las distintas comunidades fueron cruzando los portales hacia nuevos mundos empezaron los problemas.
Cada comunidad quería ostentar la supremacía sobre las demás y sobre los nats, lo cual suponía frecuentes enfrentamientos entre las distintas comunidades, con graves consecuencias para la vida de sus miembros, a la vez que comprometían el secreto de su existencia.
Durante miles de años las guerras entre comunidades diezmaron el número de miembros de todas ellas, además de suponer enormes gastos que nunca podían ser amortizados.
A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII los brics y los roxis, las dos mayores comunidades por número de miembros, eran enemigos irreconciliables y protagonizaban la mayoría de las guerras y los enfrentamientos, las demás comunidades se alineaban, indistintamente, con unos u otros según sus propias conveniencias. Fue precisamente en esa época cuando los principales dirigentes de las dos comunidades tomaron conciencia de lo absurdo de la situación y decidieron iniciar conversaciones para terminar con los enfrentamientos.
Finalmente la paz llegó por iniciativa del Bric Supremo que consiguió convencer a todas las comunidades de la necesidad de colaborar, en lugar de luchar, desde entonces, una vez al año todas las comunidades se reúnen en una asamblea, por medio de representantes, para poder mantener la paz y el orden entre ellas, además de discutir las normas y leyes que se aplican en cada una de ellas. Esta asamblea les sirve también para limar pequeñas diferencias, dificultades o situaciones que se hayan producido durante el último año. Suele durar entre dos y tres días y los llaman los “Días de la Paz”. Cada año se reúnen en un lugar distinto del planeta y suele estar organizada y presidida por los brics.
Durante estos más de cuatro siglos de paz han existido intentos de desestabilización para romper el equilibrio por parte de determinados individuos aunque hasta ahora, afortunadamente, nunca se han salido con la suya.