«Al principio los hombres no sabían controlar el fuego, vivían en cuevas, usaban armas y herramientas hechas en piedra, se vestían con pieles y vivían de la caza y la recolección de frutas y vegetales.
Y los dioses llegaron a Ania, descendiendo desde las montañas, donde tenían su morada, con grandes antorchas de fuego y se repartieron el mundo. Eran auténticos gigantes, el doble de altos que los hombres y mucho más fornidos.»
Así empieza el primer párrafo de las tablillas encontradas en la Mesopotania del mundo llamado Aina. Según las dataciones por carbono esas tablillas tienen entre 10 y 11 mil años de antigüedad y confirman que una civilización con los conocimientos de la edad de hierro ya existía en lo que se llama «Paleolítico», es decir, en los inicios de la considerada «edad de piedra».
Las expediciones arqueológicas llevadas a cabo en Aina por el profesor Arno y su equipo desmontaban todo lo que se había dicho y escrito sobre la prehistoria y las edades evolutivas de las especies humanas. Había que empezar a reescribir la historia de la humanidad.
Pero todo eso ¿seguro que sólo sucedió en Aina? ¿Qué sucedió realmente en los otros seis mundos?
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Imagen: Giulio Romano. Sala de los gigantes en el Palacio del Te. Mantua (Italia) – Fuente de la imagen: Web Gallery of Art (https://www.wga.hu/frames-e.html?/html/g/giulio/1pala_te/giganti/0view3.html)
